martes, 22 de abril de 2008

Infinitos mundos

Para resolver lo que indagáis debéis primero advertir que siendo el universo infinito e inmóvil no es preciso que busquemos su motor; segundo, que siendo infinitos los mundos contenidos en él, así las tierras, las estrellas y otras especies de cuerpos llamados astros, todos ellos se mueven por un principio interior, que es su propia alma, como lo hemos probado en otro sitio, de ahí que sea en vano andar buscando su motor extrínseco; en tercer lugar, que estos cuerpos mundiales se mueven en la región etérea y no están más fijos ni clavados en cuerpo alguno de lo que lo está la tierra, que es uno de esos cuerpos.
Giordano Bruno, Mundo, magia y memoria, I.

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Pablo Lópiz Cantó

Para una filosofía de la inmanencia