martes, 4 de marzo de 2008

Aristipo de Cirene (c. 433-350 a.C.)

En cualquier parte extranjero (xénos), Aristipo fue el fundador de un hedonismo dinámico, positivo. Considera que tanto el placer como el dolor son movimientos, el uno suave y el otro áspero. La ausencia de dolor, al igual que la de placer, no reflejaría sino un estado neutro, indiferente desde el punto de vista moral. Sólo los modos activos de la sensibilidad permitirían asentar los principos prácitcos de la conducta, la dimensión ética, exclusivo ámbito del que resulta oportuno ocuparse mediante el estudio. Únicamente a partir de ellos se haría posible inventar un modo de ser virtuoso, acometer la elección de vida conforme a la razón y, en definitiva, fundar una existencia filosófica.

1 comentario:

Luciérnaga dijo...

querido pablo, encantada!

un beso,
lucía.

Pablo Lópiz Cantó

Para una filosofía de la inmanencia