sábado, 17 de enero de 2009

Devenir anónimo

Cuando reflexionamos, cuando nos espiamos de modo heterotópico, terminamos liberándonos mentalmente de esa "fuerza de gravedad" psíquica que nos aferraba inmediata e indisolublemente a nuestro yo, a nuestra historia: nos contemplamos entonces a nosotros mismos desde un punto no situable, impersonal, anónimo... Escapa así a lo que parece ser un destino impuesto y que en parte no es otra cosa que el resultado de nuestra inercia estática, de nuestra incapacidad de auto-subversión.
R. Bodei, Destinos personales.

No hay comentarios:

Pablo Lópiz Cantó

Para una filosofía de la inmanencia